jueves, 6 de agosto de 2009

Yo controlo el clima

Yo controlo el clima. Todos los días, a las 4 de la mañana, un hombrecillo desciende sobre una nube y se posa sobre mi cama. Cuando me ve, hace un sonido de campana y me despierta, preguntándome como me siento para el día que me acompaña.

Lo miro fíjamente a los ojos, miro mis manos de reojo, veo por la ventana a la luna, y escucho al gallo en la laguna. Lo miro nuevamente. y le digo: "Me siento bien hombrecillo, sal ahí y despéjame el cielo, para salir con mi amada por el mundo entero"... Dicho y hecho, el hombrecillo discipa todo el cielo, y pone un punto gigante (al cual llamo Sol) que me da calor y me ilumina la razón.

Pero no todos los días son así, mi dulce amor. A veces el hombrecillo viene de malas, y me despierta ahogándome con su nube; y en épocas así, le digo: "Ándate, hombrecillo del demonio, llévate tu nube a otro pandemonio, no vaya a ser que las nubes y los rayos te alcancen, porque de ser así, saltaras como un alce"... Dicho y hecho, el día nublado no lo saca "naiden", calles inundadas y pies mojados, todo porque el hombrecillo mal se ha portado.

Así es todas las noches, a las 4 de la mañana. El hombrecillo me despierta y me levanta, preguntándome y agítandome, para que yo elija, el día que me acompaña.



Pedro Pablo Lorca

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