Ayer cuando me desperté... Pensé que sería un buen día
Ayer cuando te imaginé... Creí estar en el Cielo por un segundo
Ayer cuando te encontré... Creí que un Ángel había caido del paraiso
Ayer cuando te miré... Supe que el Sol también salía de noche
Ayer cuando te toqué... Supe que la porcelana puede tener vida
Ayer cuando te dejé... Supe que con un suspiro me derrumbo
Ayer cuando soñé... Tuve la esperanza que el día se repitiera.
Hoy cuando me desperté... Tu estabas muerta.
Pedro Pablo Lorca
viernes, 7 de agosto de 2009
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Hay que puro resucitarla entonces.
ResponderEliminarUn llamado al Carpe Diem puem
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